A menudo nos olvidamos de la importancia que tiene un correcto mantenimiento de las puertas automáticas. Es una tarea sencilla de realizar que contribuye a que la puerta siga funcionando correctamente y que además nos ahorra dinero en reparaciones más caras.
Tareas de mantenimiento de puertas automáticas
Las tareas de mantenimiento consisten en vigilar que todos los elementos de la puerta estén en buen estado, detectar los desperfectos y aplicar un tratamiento adecuado para que continúen funcionando.
- Lo primero que recomendamos es revisar la hoja de la puerta. En el caso de las puertas correderas y batientes con marco de aluminio y cristal, comprobar que el aluminio está sin abolladuras y que el cristal está sin rajas, chinazos y que la unión de ambos materiales está bien fijada y sellada.
- Comprueba los aledaños de la puerta. Haz una limpieza en profundidad, no vale solo barrer. Además de quitar hojas, arena u otros elementos que pueden atascar la puerta, revisa las bisagras o los carriles. Pueden acumular grasa seca que junto con la suciedad entorpezca el desplazamiento de las hojas e incluso las haga descarrilar, en el caso de las puertas correderas.
- Insectos. Es habitual que pequeños insectos o lagartijas se cuelen en las puertas automáticas. Van buscando el calor que genera el cuadro de mandos o el transformador de corriente, pero su presencia allí puede dañar los automatismos.
- Control de la humedad. La entrada de agua de lluvia o la condensación de humedad pueden afectar al cuadro de mando. Hay que sellarlo debidamente y en el caso de que esté al descubierto, cubrirlo con un cajetín.
- Engrasar y lubricar la puerta. Al menos cada dos meses es aconsejable aplicar grasa líquida en spray en todas las zonas donde hay giros. En el caso de las puertas correderas sobre todo los piñones, ruedas y rodillos superiores y en las puertas abatibles, las bisagras, cerradura y pestillo. Además, hay que lubricar otras zonas como los muelles o los brazos para comprobar que no rocen ni chirríen.
- Comprobar la placa eléctrica. Revisar que todos los componentes estén en buen estado y si se ve alguno deteriorado o dañado, sustituirlo antes de que se estropee y dañe más piezas.