Las oficinas son entornos dinámicos en los que empleados y clientes fluyen por los diferentes espacios para desarrollar sus actividades. Para favorecer el trabajo y crear a la vez un ambiente de concentración la facilidad de acceso es esencial y en esta labor el motor de una puerta de cristal puede ser de gran ayuda.
Espacio sin barreras arquitectónicas
La instalación de puertas de cristal automáticas es una fórmula eficaz para eliminar las barreras arquitectónicas en el lugar de trabajo.
En las oficinas acuden a diario personas que pueden tener dificultades de movilidad permanentes o eventuales provocadas por una caída o una operación. Para ellas tener que manipular una puerta es un freno que les resta libertad y les hace depender de terceros.
Pero las puertas automáticas no son sólo beneficiosas para este colectivo, también mejoran la comodidad del personal que manipula material pesado y de cualquier otro empleado o cliente que acude a las oficinas.
Un motor para puerta de cristal silencioso
Este tipo de puertas son las más utilizadas en los centros de trabajo de todas las dimensiones. Además de mejorar la accesibilidad, crean espacios que favorecen la integración y salas con sensación de mayor amplitud.
A esto se añade que el cristal potencia la visibilidad y la entrada de luz natural creando espacios bien iluminados y alegres.
Como vemos las ventajas de las puertas de cristal son muchas, pero se corre el riesgo de que la constante apertura y cierre de las puertas perturbe el ambiente. Por eso, hay que escoger un motor de puerta de cristal silencioso.
Y ¿cómo se consigue esto? Con motores que incluyen sistemas de imantado de última generación que reducen el ruido al mínimo. Motores que facilitan el desplazamiento de las hojas con suavidad, con ejes, rodamientos y guías de piso de calidad.