Encontramos puertas mecanizadas en todo tipo de entornos. Para un correcto uso y una larga vida es esencial un mantenimiento preventivo de las puertas automáticas.
Las puertas automáticas nos hacen la vida más fácil, garantizan nuestra seguridad y nos ayudan a mejorar la eficiencia energética de las viviendas y locales donde están instaladas. Por eso, para seguir disfrutando de todas estas ventajas solo hay que seguir unos sencillos consejos para mantenerlas en buen estado.
Las claves del mantenimiento preventivo de puertas automáticas
Con un mantenimiento periódico de los engranajes y mecanismos de una puerta automática te aseguras una correcta eficiencia de la puerta y un importante ahorro en gastos en reparaciones o en cambios.
Las claves del mantenimiento preventivo de puertas automáticas comienzan por observar el tipo de puerta y el entorno en el que están situadas.
Entre los diferentes modelos de puertas automáticas que podemos encontrar están:
- Puertas de garajes
- Puertas de portal
- De negocios y tiendas
- De almacenes e industrial
- Puertas de hospitales y clínicas
- Puertas de centros y locales públicos
Frecuencia de uso
Uno de los factores que más influyen en la vida de una puerta es el volumen de uso. Dependiendo de su ubicación puede abrirse cientos de veces al día. Es decir, el desgaste de los engranajes y demás mecanismos puede ser muy grande.
En estos casos el mantenimiento pasa por engrasar y lubricar al menos cada 2 meses bisagras, cerraduras, engranajes o pestillos. Siempre hacerlo con el aceite recomendado por el fabricante y en las cantidades adecuadas.
Pautas para el mantenimiento preventivo de puertas automáticas
Un mantenimiento preventivo de las puertas automáticas pasa también por cuidar y limpiar el entorno. Una puerta de garaje o la puerta de un muelle de carga en un almacén puede ensuciarse con hojas, papeles, tierra, bichos u otros objetos y materiales de los alrededores. Es fácil que estos elementos se concentren alrededor de la puerta, en concreto en torno a los raíles y topes de la puerta. El mantenimiento preventivo es tan sencillo como barrer el entorno.
Además de esto es también aconsejable revisar el motor y lubricar de manera adecuada sobre todo aquellos lugares donde gira más. También es necesario comprobar los mandos a distancia y los paneles de control para detectar a tiempo cualquier anomalía.
Y, por último, nunca hay que desmontar el motor. Esto es algo que solo pueden hacer los profesionales.