Los colegios son un espacio dinámico, vivo, donde siempre hay personas entrando y saliendo y por eso la accesibilidad es esencial. Una manera de mejorar la facilidad de paso es instalando un motor para abrir la puerta. Una solución rápida y eficaz que además trae más ventajas.
Contar con puertas automáticas en un centro escolar ayuda a incrementar la seguridad. Gracias a los sistemas que abren y cierran la puerta se evita que la puerta quede abierta con el consiguiente peligro que entraña. Con una puerta automatizada que ningún niño pueda salir del recinto ni que ninguna persona ajena o no autorizada pase al interior.
A estas ventajas se añade una más que es la mejora de la eficiencia energética. Las puertas que quedan abiertas favorecen el intercambio de entre interior y exterior, lo que supone un gasto extra de energía para mantener la temperatura deseada en el centro. Es decir, una puerta automatizada va a ayudar a reducir la factura de calefacción y aire acondicionado.
Aunque las ventajas son muchas, lo cierto es que a día de hoy, disponer de un motor para abrir las puertas es aún algo poco habitual.
Espacios donde instalar un motor para abrir una puerta
Como hemos visto los beneficios de automatizar las puertas son muchas, ahora nos queda ver dónde pueden ser útiles.
Una de las ubicaciones más habituales es en la puerta de entrada. Tanto en una puerta en la valla perimetral como en la puerta de acceso al edificio, las puertas automáticas nos ayudan a tener un mejor control de quién entra.
Otro espacio donde es muy práctico es en la entrada al comedor, aquí facilita el paso del personal encargado del comedor y de los alumnos.
La entrada al gimnasio y al salón de actos también mejoran su accesibilidad y seguridad con la automatización de puertas. La biblioteca y el laboratorio son otras dos zonas donde es bueno disponer de un motor para abrir la puerta. Son zonas, sobre todo el laboratorio donde es bueno regular y facilitar el acceso.