Los centros de enseñanza son uno de los lugares en los que la motorización de las puertas batientes puede ser un gran aliado. Por un lado tienen una afluencia de público constante y en horas punta muy elevada. Y por otro lado, muchos de los alumnos son niños y adolescentes y su seguridad es necesaria.
Una herramienta eficaz
Todos conocemos el caos que puede ser la entrada y, sobre todo, la salida del cole. Los padres demandan a los centros educativos cada vez más control de las salidas para evitar situaciones de peligro para los menores.
A esto se añade ahora la actual necesidad de preservar las medidas de distanciamiento e higiene debido a la pandemia.
Estos elementos han hecho que se encuentre la motorización de puertas batientes como una herramienta eficaz.
Motorización de puertas batientes, ¿en qué consiste?
La automatización de las puertas batientes es un proceso rápido y sencillo. Hay dos maneras de hacerlo:
- Instalando una puerta nueva
- Incorporando un motor a una puerta en uso
En cualquiera de las dos opciones hay que escoger un motor con la potencia y prestaciones adecuadas al tamaño, material de la puerta y volumen de tránsito. Una vez elegido con la ayuda de profesionales se instala en la puerta.
Este tipo de motores consta principalmente de dos partes que se incorporan al marco y a la hoja de la puerta y se unen a través de un brazo. El mecanismo funciona con un temporizador que controla el tiempo de apertura. Además se puede regular la velocidad de apertura y cierre dependiendo de las circunstancias de cada momento.
En caso de que sucediera un fallo, también está la posibilidad de accionar la puerta de manera manual con una llave.
Otras de las características de un sistema de motorización de puertas batientes son:
- Válvulas de seguridad encargadas de regular la velocidad de apertura
- Sistema de desbloqueo automático
- Amortiguador regulable
- Posibilidad de acople de célula fotoeléctrica
- Distintos sistemas de control de acceso