Cada vez más comunidades de vecinos deciden automatizar el portal con un motor para puerta de 2 hojas. Es una inversión que queda rápidamente amortizada y que proporciona sobre todo comodidad, pero también seguridad y ahorro energético.
Un portal sin barreras arquitectónicas
Mejorar la accesibilidad a las viviendas es muy importante en los edificios comunitarios. En la medida de lo posible hay que eliminar las barreras arquitectónicas que complican el paso de las personas con problemas de movilidad, de las que van con carros de bebé o con maletas.
Además de eliminar escaleras o habilitar rampas de acceso, también es importante incorporar un sistema de motorización de la puerta, de manera que no haya que manipularla.
El funcionamiento de un motor de una puerta de 2 hojas
La incorporación de un motor en una puerta de 2 hojas es sencilla y se puede hacer tanto en puertas nuevas como en puertas que ya están instaladas. En este último caso, las obras de instalación no generan molestias. Todo queda listo en un día, a lo sumo 2, y sin ocasionar apenas desperfectos en el portal.
Los actuales kit de motorización son pequeños y discretos. En una puerta batiente de dos hojas se instala en el marco y en cada hoja el motor y un brazo que acciona el mecanismo. En las puertas de portal correderas sucede algo parecido.
Los motores funcionan con electricidad y son silenciosos, por lo que no molestan a los vecinos de las viviendas de las plantas bajas. Además, disponen de sistemas de amortiguación para evitar y minimizar los golpes.
La mayoría de los kits de motorización incorporan un regulador de velocidad de cierre que permite ajustarlo según la época del año y el volumen de tránsito. También disponen de un detector de movimiento que ante la presencia de una persona se para y evita golpes o que alguien se pueda entrizar.
Otras ventajas de la automatización del portal
A la ventaja de la mayor accesibilidad de un portal automatizado se añade el aumento de la seguridad. Una puerta automática evita que el portal quede abierto pudiendo entrar cualquier persona ajena a la finca.
Además, si se incorpora un sistema de apertura con control biométrico a través de huella dactilar se consigue comodidad (no hay que llevar llaves ni mandos ) y no hay riesgo de que caigan en malas manos y se hagan copias.